1 de julio de 2009

RECURSOS-Sobre el proceso de escritura y la escritura como proceso

(Material preparado por la cátedra)

(Todas las citas pertenecen a: Aprender a escribir, de Alicia Steimberg; El gozo de escribir, de Natalie Goldberg; Escritura creativa, de Louis Timbal-Duclaux, y Cultiva tu talento literario, de Thaisa Frank y Dorothy Wall).


-Escribir no es un acto mecánico

“Pero, ¿por qué ese borrador? ¿No nos lo podríamos ‘ahorrar’? ¿No podríamos escribir directamente ‘en limpio’? Pues no, porque escribir no es un proceso mecánico, sino orgánico, que necesita su tiempo. Los biólogos han demostrado que hace miles de millones de años que la vida comenzó en lo que ellos han denominado el ‘caldo primitivo’; y que ha sido a partir de este caldo como los organismos se han diversificado lentamente y se han ido haciendo cada vez más complicados, hasta desembocar en los mamíferos superiores que nosotros somos. Sólo el tiempo es verdaderamente creador (y destructor), como lo ha demostrado Bergson en las hermosas páginas de su libro La evolución creadora. Se conoce la fórmula que resume su pensamiento: ‘Es preciso que el azúcar se funda’. Dicho en otras palabras: es preciso admitir que ‘París no se ha construido en un día’; que nada de verdaderamente grande se hace contra el tiempo, sino con él, que es necesario darle tiempo al tiempo...”
“Reescribir no es lo mismo que corregir. Reescribir es parte integrante de componer; no de corregir. Al reescribir, usted compone parágrafos. Usted escribe frases; usted rees-cribe parágrafos. Es sólo cuando usted tiene varias frases —un parágrafo en formación— cuando tiene sentido reescribir una frase. Al empezar, usted no sabe verdaderamente lo que va a decir y su objetivo es saber ‘lo que quiere decir’ (...). El análisis gramatical y la corrección de la frase no son I sino el último estadio de la escritura; no hay que emprenderlo antes de que su reescritura esté terminada (Ann Berthoff)”(Timbal-Duclaux).

-Sobre releer y reescribir.

“Antes de releer nuestros propios escritos, es oportuno dejar pasar un poco de tiempo. El tiempo permite tomar distancias frente al trabajo de uno, y adquirir una mayor objetividad”.
“Cuando volvemos a tomar nuestros escritos, al contrario, tenemos que convertirnos en samurais, grandes guerreros, con el valor de eliminar todo lo que no es inmediato Como el samurai que, con la mente vacía, corta en dos al adversario, cuando releemos lo escrito hay que lograr no ser sentimentales, sino ponderarlo todo con agudeza y claridad de intenciones”(Goldberg).

-Importancia del proceso de relectura, revisión, reescritura:

“La mejor manera de oírte es literalmente, escuchar tu propia voz. Lee tu trabajo en voz alta con regularidad. Pasea por tu habitación mientras lees. Siente el lenguaje en tu cuerpo. Haz que alguien lea tus escritos. O grábalos en una cinta mientras los lees y luego escúchate.
Cuanto más lo hagas, más fácil te resultará descubrir los cambios en tu voz: de los sensoriales a los explicativos, de los directos a los decorativos, de los coloquiales a los cerebrales; en suma, esos lugares en los que aparece el impostor. Escucha para descubrir cambios de dicción, de energía emocional Presta atención a los lugares en los que tu lenguaje se vuelve abstracto. o interpretativo, a aquellos en los que das explicaciones o te justificas, a aquellos donde recurres a palabras bonitas más que a emoción, a aquellos en los que evitas un momento tenso arriesgado. La voz de tu relato no provoca un cortocircuito en momentos cruciales; dice sólo lo que tú quieres decir, en un lenguaje que es el tuyo”(Frank y Wall).


-Preguntas para hacerse durante la revisión

“-¿Dónde tiene más fuerza el relato? ¿Cuál es el momento más fascinante? ¿De qué parte de la historia no puedes deshacerte ni siquiera después de haber terminado de escribir?
-¿Has sentido fuerza y tensión dramáticas a lo largo de todo el relato, esa sensación de querer seguir leyendo y averiguar lo que va a ocurrir a continuación? Si no es así, ¿en qué momento empezaste a aburrirte o dónde sentiste que la historia perdía impulso?
-¿Crees que el punto de vista es el adecuado para esta historia?
-¿Sientes que no has aprovechado algunas oportunidades (personajes sin desarrollar, complicaciones de las relaciones entre personajes que se vislumbran pero quedan en el aire, escenas apresuradas, detalles misteriosos que se introducen pero no se utilizan)?
-¿Has llevado la acción dramática al punto máximo de tensión? ¿O sientes que la historia no ha llegado hasta donde podía llegar?
-¿Tienes la sensación de que la historia te lleva a alguna parte, de que algo ha ocurrido y de que lo ocurrido es algo importante?”(Frank y Wall).

“1. ¿Hay frases distantes, que suenen demasiado cargadas de generalidades? ¿Es posible hacerlas más directas, más sensoriales?
2. ¿Hay frases forzadas, demasiado ingeniosas o recargadas? ¿Es posible hacerlas más sencillas?
3. ¿Hay pasajes farragosos? ¿Pueden eliminarse algunas pa¬labras o frases? ¿Pueden eliminarse párrafos enteros?
4. ¿Reflejan los ritmos de la prosa el contenido emocional? Por ejemplo, si la emoción es vehemente, apasionada, ¿transmiten los ritmos del lenguaje esas características? Sin embargo, ¡cuidado!: en este terreno no hay reglas Frases entrecortadas pueden sugerir hastío y lasitud o apremio, según cómo se las use. Frases objetivas, periodísticas, pueden transmitir sensación de terror.
5. ¿Resulta mecánica la acción, como si el escritor estuviera dando instrucciones para una obra de teatro (se puso de pie, se sentó, levantó la vista, siguió caminando)? ¿Puede expresarse una voz con mayor redundancia para crear determinado clima, estado de ánimo, un detalle del personaje o una emoción?
6. ¿Se emplean palabras evocadoras y descriptivas? ¿Se usan ciertas palabras con demasiada frecuencia?
7. ¿Hay frases hechas? ¿Se puede trabajar el lenguaje para hacer que sea más original?
8. ¿Hay pasajes en que se perciben flagrantes cambios de tono (un pasaje que era vivido y sincero se vuelve explicativo, un lenguaje convincente desde el punto de vista emocional se convierte en lenguaje cerebral)?
9. ¿La estructura de las oraciones es repetitiva y carece de imaginación? ¿Es posible hacerla más variada?
10. ¿Hay demasiados adjetivos o adverbios? ¿Pueden eliminarse algunos?”(Frank y Wall).

-Ser leídos por otros. Qué observa el otro en mi texto

“Siempre es útil averiguar la diferencia entre lo que hemos intentado transmitir y lo que el lector ha sentido. A veces la discrepancia es excitante; por ejemplo, descubrimos que con nuestra historia hemos logrado mucho más de lo que esperábamos. También podemos descubrir que sólo está escrita a medias, que gran parte de ella permanece en nuestra cabeza, llena de vida para nosotros, pero sólo es parcialmente visible para el lector. Este descubrimiento nos proporciona una valiosa intuición sobre el lugar al que debemos regresar para desarrollar una escena, un personaje o una relación”.